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UNIDADES
 

Unidad 1
Determinantes sociales
en salud: valores, enfoques y perspectivas

Unidad 2
Respuestas de políticas
e intervenciones sobre
los Determinantes Sociales
de Salud

Unidad Complementaria
Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS): instauración, redes de conocimiento, participación social y recomendaciones

Actividad de
integración final

 

Banco de casos de situaciones-problema de desigualdad o inequidades sociales

Desigualdad o inequidad social en la salud y equidad social en la salud
Desigualdades (o inequidades) sociales en el campo de la salud es un término que refiere a las disparidades de salud dentro de un mismo país o entre diferentes países. Desigualdades que se consideran improcedentes, injustas, evitables e innecesarias (no inevitables ni irremediables) y que gravan sistemáticamente a poblaciones que han sido hechas vulnerables por las estructuras sociales subyacentes y por las instituciones políticas, económicas y legales. De este modo, las desigualdades (o inequidades) sociales en el campo de la salud no son sinónimo de "desigualdades en la salud", dado que esta última expresión puede ser interpretada como referida a cualquier diferencia, y no específicamente a las disparidades injustas. Por ejemplo, las medidas de las "desigualdades en la salud" propuestas recientemente cuantifican deliberadamente la distribución de la salud en las poblaciones sin ninguna referencia a los grupos sociales ni a las desigualdades sociales en el campo de la salud.*1

 

Visitando algunos casos, cuyas características pueden reiterarse en distintos contextos

Lea las situaciones presentadas. Le sugerimos que realice la lectura en forma secuencial y anote en su Cuaderno de Registro y Reflexión sobre los DSS sus reflexiones basadas en las dos siguientes preguntas:

¿Estas situaciones son similares o distintas en su país, región o localidad?

¿Qué nos puede contar de su país, región o localidad, qué se hace para enfrentar las inequidades sociales?

 

Inequidades en la mortalidad materna en áreas urbanas

Ya se sabe que, incluso en países desarrollados, los grupos poblacionales desfavorecidos en lo socioeconómico, viven menos y tienen más episodios de enfermedad que los más ricos. En la ciudad de San Pablo (Brasil), la mortalidad materna se encontraba cerca de 40/100.000 en el año 2003. En la periferia urbana de la misma ciudad la mortalidad materna llegaba a 65/100.000, y entre las mujeres negras las tasas alcanzaban al 200/100.000. *2

Inequidades en esperanza de vida entre países

Existen diferencias dramáticas, globalmente, en el grado en que las personas pueden desarrollar vidas saludables. Los niveles de salud son claves para medir esas diferencias. Una mujer en Botswana tiene una expectativa de vida de 34 años, mientras que una mujer en Japón alcanza los 86. El resto del mundo se distribuye entre estos extremos, con diferencias dentro de cada país según distintos estratos socio- económicos.

Inequidades en la evolución de las ganancias en salud

Consideremos tres niños: uno africano sub-sahariano, uno sud-asiático y uno europeo. Para el año 1970, los dos primeros niños tenían expectativas de vida menor a 50 años. El europeo alcanzaba igual expectativa en 1901, según el promedio de su país. En el último siglo, la expectativa de vida para el europeo se incrementó en alrededor de 30 años, y sigue aumentando. En cambio, entre 1970 y el 2000, el sud-asiático mejoró su expectativa en 13 años, mientras que el africano sub-sahariano, durante el mismo período, sólo aumentó su expectativa en cuatro meses.

Inequidades en la salud reproductiva de adolescentes

En el área industrial de la región metropolitana de San Pablo (específicamente en el municipio de Santo André), a fines de los años noventa, adolescentes del sexo femenino presentaron tasas de fecundidad tres veces superiores a las tasas presentadas por adolescentes de la misma edad que viven en áreas de inclusión social.*3

Inequidades entre los resultados en salud relacionados con educación

En El Salvador, por ejemplo, si la madre no tiene escolaridad sus bebés tienen 100 oportunidades sobre 1000 de morir en el primer año de vida. En cambio, si las madres tiene al menos la educación secundaria, la tasa de muerte infantil se reduce a la cuarta parte.

Pobreza, migración, género, condiciones laborales y de protección social, cultura

“Maria Álvarez es una mujer de 18 años, proveniente de una población rural que emigró hacia la capital en busca de mejores oportunidades para ella y su hija de tres años de edad.

María sólo sabe leer y escribir. Abandonó la escuela, para dedicarse a trabajar en el campo y criar a su hija, tras ser abandonada por su pareja. Cuando la hacienda donde trabajaba se cerró, por la instalación en la región de una “zona franca” más competitiva, migró a la ciudad. Su baja escolarización le impidió acceder a otro trabajo en esa zona franca.

Llegando a la ciudad, unos familiares que habitaban en un asentamiento periférico le consiguieron un trabajo como doméstica, donde fue aceptada por el salario mínimo y sin afiliación al seguro social.

Al cabo de un mes, su pequeña hija enfermó de Hepatitis, por lo que María tuvo que llevarla de urgencia al Hospital Público. Una vez ingresada, al diagnóstico de hepatitis se agregó su estado de desnutrición. Aunque el hospital es gratuito, le informaron que debía pagar por los exámenes de laboratorio, y algunas medicinas que estaban fuera de la “lista básica”.

Los patrones de María le dijeron que no podía seguir trabajando en la casa, por temor al contagio que podría acarrear a los miembros de la familia, en especial a su hijo. Con el dinero del mes trabajado, solamente pudo pagar los gastos de la primera semana de hospitalización de su niña.

A los diez días de hospitalización, la niña falleció de hepatitis fulminante agravada por el cuadro de desnutrición previo. Actualmente María trabaja de mesera en un bar y eventualmente ejerce la prostitución”.

Calidad diferencial de atención, servicios

Doña María, de 42 años, habitante de la comunidad del municipio de Masaya, acude a la Unidad de Salud más cercana, en búsqueda de atención para su hijo de 6 meses. El pequeño niño presenta un cuadro de vómitos, temperatura de 39,7 grados centígrados y diarrea con 24 horas de evolución.

María llega con el bebé a la Unidad de Salud a las 7:30 a.m. y solicita atención. Recibe el numero 68 para ser atendida en morbilidad general. Luego de una espera de media hora, le tomaron la temperatura físicamente al niño y ambos fueron remitidos a la URO, donde se inició el llenado del expediente, tarea que duró 15 minutos más.

El niño siguió con vómitos, diarrea y la temperatura siguió subiendo. En ese momento, el niño convulsiona y es trasladado al Hospital más cercano. Finalmente, llega a la sala de emergencia del Hospital e inicia de nuevo el proceso administrativo para realizar el ingreso, falleciendo en observación mientras estaba siendo canalizado.

Etnia, acceso a la atención, género, cultura, pobreza, vulnerabilidad

Los pueblos amerindios fueron los primeros sujetos de la historia humana de la Baja América Central. Se ha considerado que los pueblos indígenas que han mantenido costumbres similares a sus antepasados conservaban buenas condiciones de salud y sobrevivencia. Actualmente, los cambios resultantes de la globalización han provocado una transición demográfica, epidemiológica y cultural con un impacto negativo en salud.

Hoy los amerindios son las minorías étnicas y los que sufren mayor marginación pese a su larga historia de resistencia a la dominación, sus derechos ciudadanos siguen siendo limitados en educación, en la participación política efectiva y en el acceso a los servicios de salud.

La principal actividad es la agricultura. Las condiciones de acceso a los servicios de salud de las mujeres dependen de su ubicación geográfica y de las barreras del idioma. Algunos de los pueblos conservan su lengua (Bribri y Cabecar). Muchas de las mujeres no son bilingües, a diferencia de los hombres.

El acceso a la atención del embarazo y parto de las mujeres indígenas que habitan en el distrito Bratsi, localizado geográficamente al sur-este de Costa Rica, limitando con Panamá es muy deficitario. Aquí se encuentran grupos étnicos amerindios que hablan Chibcha. El Cantón de Talamanca posee uno de los índices de desarrollo humano (IDH) más bajos del país.

Las localidades se encuentran divididas según su ubicación geográfica en: localidades antes de cruzar los ríos (no existen puentes), localidades después de los ríos (Valle Talamanca) y localidades en los altos de las montañas. Los dos últimos grupos de localidades, tienen dispersa su población, a veces con más de un kilómetro entre los ranchos.

El riesgo de muerte infantil del cantón de Salamanca duplica el riesgo de muerte a nivel nacional y la desnutrición infantil en edades tardías (24-35 meses) se atribuye a la pobreza y escasa cobertura de programas de Nutrición en la zona.

*1 -Krieger, N (2002) Glosario de Epidemiología Social, Rev Panam Salud Publica vol.11 no.5-6 Washington May/June 2002
http://www.paho.org/Spanish/SHA/be_v23n1-glosario.htm parte 1
http://www.paho.org/Spanish/SHA/be_v23n2-glosario.htm parte 2
Acceso en septiembre 2008.
*2 -Secretaría Municipal de Salud de Sao Paulo, Brasil. Datos de 2004.
*3- Duarte et alli Gravidez na adolescência e exclusão social: análise de disparidades intra-urbanas. Rev Panam Salud Publica. 2006; 19(4): 236-243 http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v19n4/30332.pdf