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UNIDADES
 

Unidad 1
Determinantes sociales
en salud: valores, enfoques y perspectivas

Unidad 2
Respuestas de políticas
e intervenciones sobre
los Determinantes Sociales
de Salud

Unidad Complementaria
Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS): instauración, redes de conocimiento, participación social y recomendaciones

Actividad de
integración final

 

Introducción a los Determinantes Sociales de la Salud

Para introducir el debate sobre los “determinantes sociales de la salud”

El tema aunque no es nuevo todavía suscita debates y controversias.

Algunos critican la expresión “determinantes sociales” basándose en que el término implicaría la existencia de una lógica social preponderante que determinaría la acción de los actores sociales perdiendo éstos su capacidad de transformación colectiva y de busca de su identidad.

Para otros la expresión “determinación social” del proceso salud-enfermedad posee una potencia explicativa fuerte y ofrece elementos estratégicos para el necesario cambio social.

Unos prefieren “determinantes de salud” interpretando que el “social” limita la determinación ya que excluiría los determinantes políticos, los económicos, los ambientales, los culturales, los psicológicos, los espirituales, etc. Para otros el “social” incluye todos los atributos anteriores representando una síntesis englobadora.

Existe también una polémica acerca de las expresiones “determinantes de salud” y “determinantes de la inequidad en salud”, para algunos la primera expresión equivaldría a los “factores de riesgo” de la epidemiología clásica; al diferenciarla de la primera le otorgan a la segunda expresión un carácter más transformador, considerando que conduciría a la senda para comprender las injustas jerarquías de estructuras sociales, revelando la verdadera “causa de las causas” de la inequidad en salud.

Este debate no está cerrado, pero en este proceso que usted empieza a transitar es bueno que comprenda la riqueza y la polisemia del concepto “determinantes sociales de la salud” y quizás la necesidad de encontrar un lenguaje compartido favorezca la acción política más articulada.

Mientras no logremos esa “lengua franca” consideremos el concepto correspondiente a “los determinantes sociales de la salud” en toda su amplitud y profundidad. Comprender el proceso salud-enfermedad desde este perspectiva nos brindará una mirada más amplia y politizada y nos mostrará la necesidad de políticas públicas más articuladas, integradas y consensuadas –entre gobiernos, movimientos sociales y ONG– que tengan como objetivo lograr una mayor calidad de vida.

¿Por qué es necesario centrarse en los determinantes sociales de la salud?

Las condiciones sociales en que vive una persona influyen sobremanera en su estado de salud. En efecto, circunstancias como la pobreza, la escasa escolarización, la inseguridad alimentaria, la exclusión, la discriminación social, la mala calidad de la vivienda, las condiciones de falta de higiene en los primeros años de vida y la escasa calificación laboral constituyen factores determinantes de buena parte de las desigualdades que existen tanto entre los distintos países como dentro de ellos mismos, en lo que respecta al estado de salud, las enfermedades y la mortalidad de sus habitantes.

Para mejorar la salud de las poblaciones del mundo y fomentar la equidad sanitaria se precisan nuevas estrategias de acción que tengan en cuenta esos factores sociales que influyen en la salud. Ello no significa que los sistemas de salud equitativos dejen de tener importancia. Pero debe reconocerse que, muchas veces, los sistemas de salud son parte misma del problema y que ellos y las nuevas estrategias son imprescindibles para abatir las inequidades en salud.

Estas primeras constataciones nos llevan a buscar respuestas a tres problemas fundamentales:

¿Dónde se originan las diferencias en salud entre los grupos sociales, si buscamos sus huellas en sus raíces más profundas?
¿Qué mecanismos nos conducen desde las causas originarias a las diferencias actuales en la situación de salud observada en las poblaciones?
Aclarando las respuestas a estas dos primeras cuestiones, ¿dónde y cómo deberíamos intervenir para reducir las inequidades en salud?

No sólo las circunstancias sociales –estratificación social y posición social– determinan las inequidades sociales (en el nivel poblacional) sino que también operan a través de determinantes intermedios generando inequidades en salud. Los marcos institucionales socioeconómicos y macroeconómicos, el conjunto de valores sociales aplicados por una determinada sociedad y las políticas públicas inequitativas son factores de fundamental importancia en la conformación de las inequidades sociales. Las personas y grupos sociales que están más abajo en la escala social, poseen dos veces más riesgo de contraer enfermedades graves y de fallecer prematuramente. Las causas materiales y psicológicas, contribuyen con estos riesgos y sus efectos se extienden a casi todas las causas de enfermedades y muerte y a todos los grupos sociales. Las desventajas sociales pueden manifestarse en forma absoluta o relativa, y la tendencia es a concentrarse en los mismos grupos sociales, sus efectos en la salud se acumulan durante toda la vida.

No solamente encontramos desigualdades entre distintos países, sino también dentro de un mismo país podemos observar diferencias extremas. Estas diferencias de salud ocurren a lo largo de la estratificación social, incluyendo los ejes socioeconómicos, políticos, culturales y geográficos. Un modo de describir la magnitud de estas inequidades es la distancia entre el tope y la base de la escala social. No obstante a lo largo de todo el gradiente social hay diferencias injustas que pueden ser evitadas.

La influencia de los determinantes sociales no sólo se evidencia cuando comparamos la distancia entre el tope y la base de la estratificación social, sino también cuando analizamos los indicadores de salud en relación con otras variables a lo largo de toda la estratificación social. En Bangladesh y en Tailandia, las jóvenes pobres con educación secundaria tienen mejores indicadores de salud que otras jóvenes que no tienen escolarización o que sólo alcanzan la educación básica. El análisis no debería centrar su atención sólo en la situación de la gente que está en los niveles de pobreza, a los pobres entre los pobres (Consultar el Informe Final de la Rede de Conocimiento sobre Genero y Equidad disponible en Enlaces, Textos Completos.) El análisis de la distribución social a lo largo de toda la estratificación social de la salud indica que todos estamos implicados.

 

Actividad Reflexiva

Algunas preguntas para iniciar la reflexión:

¿Cuál es la incidencia de la pobreza sobre la salud de las poblaciones en su región o país?; ¿en qué medida se han modificado a lo largo del tiempo?
¿Cuáles son los grupos de población más vulnerables?; ¿a qué factores son más vulnerables?
Considerando toda el gradiente social y no sólo las brechas entre el tope y la base de la distribución ¿qué factores inciden en distintos grupos sociales?
¿Advierte diferencias al interior de su país o localidad, considerando distintas áreas geográficas, distintas condiciones laborales, distintas fajas etáreas, de género o etnia, distinto acceso a la escolarización, etc.?
¿Qué consecuencias tiene esta situación en el modo de enfrentar las políticas públicas en salud?