English | Português

 
UNIDADES
 

Unidad 1
Determinantes sociales
en salud: valores, enfoques y perspectivas

Unidad 2
Respuestas de políticas e intervenciones sobre los Determinantes Sociales de Salud

Unidad Complementaria
Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS): instauración, redes de conocimiento, participación social y recomendaciones

Actividad de
integración final

 

Claves y Estrategias de acción para enfrentar los Determinantes Sociales de Salud 

El análisis de las estrategias de intervención sobre los DDS muestra la existencia de tres modalidades de políticas: (1) mejorar la salud de grupos de población más desfavorecida a través de programas focalizados por objetivos, (2) disminuir las brechas entre los grupos más pobres y los más aventajados socialmente y (3) adherir a todos los gradientes de salud asociando la posición socio- económica y las condiciones de salud en toda la población.*

La estrategia de programas focalizados, identifica a un segmento de la población objetivo y monitorea los resultados que se van alcanzando alrededor del desarrollo del programa. Esta estrategia es de uso extendido y puede alinearse con otros programas sociales. Sin embargo, tiene sus límites, dado que se beneficia solamente a un subgrupo que representa un porcentaje pequeño de la población y en una problemática específica. Es decir, puede no reducir la inequidad, porque no trabaja integralmente con otros factores estructurales e intermediarios ni atiende a otros grupos sociales.

La estrategia de reducción de brechas, como por ejemplo, aproximar la expectativa de vida de los grupos más vulnerables a la de otros grupos sociales o ampliar el acceso a la educación de los más desfavorecidos socialmente. Esta estrategia brinda resultados pero estos esfuerzos específicos también benefician sólo a un sector, al no incidir en otros grupos sociales y en otros mecanismos determinantes.

La estrategia de gradientes implica un esfuerzo comprehensivo dirigido a impactar en la salud de toda la población, incluyendo grupos de distintas posiciones sociales, como por ejemplo la acción sobre la violencia y los accidentes de tránsito, la mejora de las condiciones y espacios de trabajo (tabaquismo) o la lucha por la mejora de las condiciones del medio ambiente. En general, pueden ser estrategias más costosas y de largo plazo, lo que impide monitorear resultados de salud a corto plazo. Debemos tener en cuenta que la estrategia de brechas y de gradientes no son mutuamente excluyentes, y pueden combinarse en el plan de intervenciones.

Para la toma de decisiones acerca de las mejores estrategias de acción para incidir sobre los determinantes sociales de la salud, pueden recomendarse los siguientes criterios sustantivos:

La primera opción y la más fundamental implica la búsqueda de reducción de los determinantes estructurales que perpetúan las desigualdades, la inequidad y la exclusión, actuando centralmente sobre el contexto social y las consecuencias diferenciales, como por ejemplo, el acceso al trabajo digno y regulado y a la educación.

La segunda opción refiere a los determinantes intermediarios, tales como las condiciones de trabajo, los derechos de género y el ambiente saludable, disminuyendo la exposición diferencial y la vulnerabilidad específica a los daños en salud

La tercera opción apunta a revertir los efectos de la posición socio-económica, tales como los que surgen ante la pérdida de la fuente de trabajo o los que crean condiciones para mantener en el trabajo a personas con enfermedades crónicas y asegurar el cuidado curativo para los que sufren daños, a través del aseguramiento en salud, incluyendo a personas de distintas posiciones sociales

En cuanto a las claves de las intervenciones de política, las experiencias y los estudios indican la importancia de:

Atacar integralmente los determinantes estructurales e interme-diarios, con estrategias específicas según el contexto. La economía en crecimiento es y ha sido de gran importancia para mejorar las condiciones de vida pero no es suficiente sino va acompañada de políticas que corrijan las desigualdades.

Priorizar el trabajo intersectorial. Este nuevo enfoque supera el modelo histórico que considera que el campo de la salud era competencia exclusiva y excluyente del sector salud. E implica, asimismo, renovar el compromiso con la estrategia de Atención Primaria de la Salud (APS).

Enfatizar el trabajo conjunto con la participación de la sociedad civil y sus organizaciones sociales y el empoderamiento auténtico de los grupos más vulnerables. Esto se expresa en políticas públicas concretas que mejoren la situación de muchos de sus ciudadanos que enferman y mueren por causas evitables. La aplicación de tecnología médica ayuda y es importante, pero es necesario crear las condiciones para que la población logre un bienestar general que conduzca al bienestar individual y a la buena salud, enfocando la salud como un derecho (ej. redes de municipios saludables, abogacía, programas conjuntos con ONG, presupuestos participativos, etc.).

*Solar, Orielle & Irwin, Alec, Discussion paper for de Commission of Social Determinants of Health, Ginebra, abril de 2007.