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UNIDADES
 

Unidad 1
Determinantes sociales
en salud: valores, enfoques y perspectivas

Unidad 2
Respuestas de políticas e intervenciones sobre los Determinantes Sociales de Salud

Unidad Complementaria
Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS): instauración, redes de conocimiento, participación social y recomendaciones

Actividad de
integración final

 

Prioridades para las intervenciones en salud

Millones de personas en el mundo se encuentran hoy afectadas en su derecho a la salud por causas sociales controlables y evitables desde políticas y acciones públicas.

¿Sobre qué ejes o dimensiones trabajar para enfrentar estos retos?

Impulsar políticas públicas saludables basadas en los determinantes sociales de la salud implica sustentar las acciones en desafíos y en compromisos públicos para:

Saldar la deuda social, generada en entornos de pobreza y en donde existe desigualdad en la distribución de la riqueza, donde la TBC, malaria, SIDA siguen en aumento
Mantener los logros de salud alcanzados, como la mayor disponibilidad de servicios sanitarios y eficacia creciente en los programas o para citar ejemplos como la eliminación de la poliomielitis y la disminución del sarampión.
Enfrentar los nuevos escenarios y desafíos, como los problemas generados por los estilos de vida y sus entornos ambientales, como la hipertensión arterial, la diabetes a los accidentes de tránsito, la depresión, o los efectos de los cambios climáticos, entre otros

1. En primer lugar, hay una clara y definitiva opción ética que consiste en poner en el centro de la acción sanitaria a la justicia social, expresada en la formulación del proyecto como la búsqueda de mejorar la salud de la población a través de disminución de las brechas de equidad, buscando disminuir el impacto de los factores negativos, es decir, los que contribuyen a una mayor frecuencia de ciertas enfermedades para los grupos desprotegidos respecto de otros grupos de la sociedad, acciones sanitarias y extra-sanitarias. Esta visión ética es de la mayor trascendencia, porque cambia el foco de la acción y la “re-sitúa” donde siempre ha debido estar, en la creación de oportunidades equitativas para todos los miembros de una sociedad a través de la eliminación de las barreras sociales y económicas que no permiten que todos alcancen los mismos resultados en salud. En esta opción manifiesta desde el principio, la mirada básica es ética junto con el imperativo de la justicia social.

2. En segundo lugar, la identificación y acción en relación con los determinantes sociales de la salud implica resolver la manera de abordar tanto el estudio del impacto de esos factores sociales, como también la forma de prevenir su acción nociva. Esto conlleva un cambio metodológico significativo, por dos razones:

porque importan más las brechas en los resultados en la salud de los distintos grupos sociales, medidos, al menos, en expectativa de vida y discapacidad, que los resultados promedio de la salud de la población, que hacen necesario desarrollar los instrumentos que permitan efectivamente medir esas diferencias y relacionarlas con los factores que las originan;
porque se otorga prioridad en el análisis a la interacción de los factores entre sí y con las variables de la dinámica de las poblaciones que al conocimiento de la acción específica de cada factor aisladamente. Es decir, metodológicamente, más que universos separados de acciones individuales, se marca la relevancia de la acción intersectorial para el abordaje de la multicausalidad social.

Este cambio metodológico representa un cambio en la visión sectorial y compartimentada de la realidad y por tanto, una búsqueda para superar las fronteras sectoriales. Implica abordar políticas públicas integradoras y de un mejoramiento de la cohesión social, a partir de trabajo sobre las causas más profundas de la inequidad en salud, elaborando estrategias para superarlas.